MiniUniverso

Cuesta poner orden

Este mes ha sido un poco frenético. Un poco bastante y no por la facultad aunque debiera haberlo sido… y aún no ha terminado. Pero hay que retomar el ritmo de estudio, hay que seguir avanzando ya que pillé buena racha, así que es ahora o nunca.

Quiero retomarlo todo, quiero continuar, así que allá voy ^^

Mañana es el día de las tres mentiras…

Me odio a mí misma por escribir esto en noviembre y no haberlo subido antes, por esperar a San Valentín (que es mañana). Lo escribí pensando en esa persona que no existe, en esa historia tan bonita e imposible que jamás estará destinada a mí. Añorando ese sentimiento que no es más que una mentira demasiado bien contada: “AMOR”.

El repicar de la lluvia en la ventana me hace sentir que me llamas en la distancia.
Esa canción que de pronto suena en la radio mientras conduzco me hace creer que piensas en mí.
Si miro al cielo en una noche estrellada, creo que quien me guiña desde lo alto eres tú.
Ver las letras de tu nombre en la matrículas me hace sentirme predestinada a ti.
Todas esas tonterías me hacen tener cada día menos fe en el amor. Las casualidades que queremos ver por todas partes son ilusiones. Los cuentos de príncipes y princesas no son más que eso, cuentos.

El “AMOR”… y a pesar de ser una de las mayores patrañas jamás inventadas, nos hace sentir tan vivos cuando lo experimentamos…

(Y quien quiera saber las tres mentiras, que pregunte y veré si contesto XD)

Bajo la lluvia

Esta mañana he estado paseando con los perros bajo la lluvia. Al principio las frías gotas gotas eran como pequeñas cabezas de alfileres rozando mi cara, mi pelo. Como caricias diminutas que buscaran llegar más profundo, tanto que resbalaban hacia el cuello, erizando aún más mi piel.
El viento revolvía mi pelo cada vez más empapado hacia mi cara, dejando caer mechones delante de mis ojos. Haciéndome cerrarlos. Haciéndome sentir más intensamente todo a mi alrededor. Haciéndome temblar. Haciéndome pensar en ti.

Niña vacía

La niña mira al cielo mientras oye voces que no entiende, tampoco le importa, porque no siente nada, su alma abandonó su cuerpo hace ya mucho, y su voz dejó de llamarla, y su cuerpo dejo de añorarla porque su corazón, donde la guardaba se rompió, y los añicos se han perdido en el infinito de sus ojos, que miran pero no ven, las estrellas se reflejan en sus ojos, pero su cristalino es opaco a su luz, como un espejo que refleja los rayos por igual y no deja que le atraviese. La niña oye voces, no las entiende, pero tampoco importa porque no las escucha. El frío viento nocturno azota su cara, pero su blanco rostro no se ruboriza, queda pálido y suave cual seda virgen y pura, pues no siente frío alguno.

Y sin embargo, las lágrimas recorren su faz, pues siente en el fondo de su ser la falta de algo.

¿Qué coño es esto? Ni yo lo sé, es lo que salió esperando a que una amiga terminara de hablar con su, por aquel entonces, novio en una cabina. Saqué la agenda, cogí el boli y sin pensar y prácticamente sin mirar me puse a escribir algo que salía por su propio pie de mi cabeza. No es gran cosa, de hecho no sé por qué lo he colgado… Por rellenar ahora que no estoy supongo… Divago… XD